El Proyecto de Ley Agrícola del Departamento de Agricultura de 2018 finalmente legalizó el cáñamo industrial en los Estados Unidos, los científicos han descubierto un beneficio inesperado para los nuevos campos de la rama verde: está ayudando a que proliferen las poblaciones de abejas.
El cannabis es una planta exclusivamente polinizada por el viento y, por lo tanto, crea una gran cantidad de polen para una variedad de especies de abejas. En el último año, desde que se aprobó la legislación en EUA, las plantas industriales de cáñamo se cultivan con mayor frecuencia en el exterior en lugar de los invernaderos y sótanos.
Este estudio en particular, publicado en la revista Environmental Entomology, encontró recientemente evidencia de una creciente diversidad y población de abejas después de que estudiaron las especies merodeando en flores de cáñamo en 11 granjas en la región de Finger Lakes de Nueva York.
“Identificamos a todas la abejas visitantes a nivel de especie y descubrimos que el cáñamo era compatible con 16 especies diferentes de abejas”, afirman los autores.
El noventa por ciento de todas las abejas que visitaron las flores de cáñamo fueron apis mellifera (la abeja melífera) y bombus impatiens (el abejorro).
Además de las poblaciones de abejas que sufren los efectos de los pesticidas, insecticidas y una reducción en la diversidad de las plantas, las poblaciones de abejas también se ven afectadas negativamente por las interrupciones en la disponibilidad de polen durante todo el año.
Sin embargo, los autores del estudio recientemente publicado detallan que, las flores de cáñamo a fines del verano producen polen , dándole a las abejas un lugar donde tienen un recurso rico en polen disponible durante una época del año en que el polen es escaso.
“Debido a su fenología de floración temporalmente única, el cáñamo tiene el potencial de proporcionar un recurso nutricional crítico a una comunidad diversa de abejas durante un período de escasez floral y, por lo tanto, puede ayudar a mantener los servicios de polinización en todo el agroecosistema para otros cultivos en el paisaje ¨. También descubrieron que la altura de la planta desempeñaba un papel importante en la cantidad de abejas atraídas por cada campo.
“A medida que aumenta el cultivo de cáñamo, los productores, los administradores de tierras y los encargados de formular políticas deben considerar su valor en el apoyo a las comunidades de abejas y tenerlas en cuenta para desarrollar estrategias de manejo de plagas”.
