El alcalde de Amsterdam está considerando restringir el cannabis a turistas, citando investigaciones que muestran que un tercio de los visitantes irían con menor frecuencia si se les excluyera de los famosas “coffeshops” de la ciudad que venden marihuana. La propuesta surge cuando los líderes de la ciudad luchan por reducir la congestión que ha afectado a las áreas de Wallen y Singel, que tienen una concentración de negocios con ¨focos rojos¨ y puntos de venta de cannabis.
La investigación fue encargada por el alcalde de Ámsterdam, Femke Halsema, que busca reducir la cantidad de coffeshops en la ciudad. En una encuesta realizada por la Oficina de Investigación, Información y Estadísticas de la ciudad, los investigadores determinaron que el 34% de los que vienen a Wallen y Singel visitarían con menos frecuencia si se prohibía a los extranjeros el acceso a los coffeshops. La cifra fue aún mayor para los turistas en Reino Unido.
“Para los visitantes británicos, las coffesshops son, con mucho, la razón principal más mencionada para venir a Amsterdam (33%)”, dijo la agencia. “Citan caminar o andar en bicicleta por la ciudad con menos frecuencia como la razón principal (21%) que el promedio (32%) y, por el contrario, indican con mayor frecuencia que un viaje barato fue la razón principal (11% en comparación con 6% de media).”
La encuesta a los visitantes de las áreas de Wallen y Singel de entre 18 y 57 años también encontró que el 11% dejaría de visitar Amsterdam por completo si se restringiera el acceso a los coffeshops. Entre los visitantes de todas las nacionalidades, el 40% dijo que continuarían visitando la ciudad pero se abstendrían de disfrutar el cannabis. Halsema adjuntó los resultados de la encuesta a una carta a los miembros del consejo de la ciudad, anunciando su intención de explorar formas de reducir la atracción del uso de drogas para los turistas.
¿Funcionará la prohibición del cannabis para los turistas?
Pero prohibir a los extranjeros en las cafeterías no terminaría con todo el turismo de cannabis. Más de uno de cada cinco (22%) dijo que alguien más visitaría una coffeshops para ellos, mientras que otro 18% dijo que encontrarían otra forma de adquirir marihuana.
El alcalde de Amsterdam también anunció su disposición a abordar la dicotomía en la tolerancia de la ciudad al cannabis que permite la operación de cafeterías pero prohíbe la producción de cannabis. La falta de cultivadores con licencia requiere que las cafeterías realicen compras clandestinas de cannabis, que a veces son suministradas por bandas de narcotraficantes.
En su carta al ayuntamiento, Halsema dijo que quería ver “un estudio este año para reducir la atracción de la marihuana a los turistas. Una clara separación de los mercados entre las drogas duras y las drogas blandas ha gran urgencia debido al florecimiento del comercio de drogas duras “.
En otro esfuerzo por reducir la congestión en los destinos turísticos más populares de Ámsterdam, el ayuntamiento anunció el jueves que los grupos turísticos se limitarían a 15 personas y se les prohibiría el barrio rojo de Wallen y otras áreas con ventanas de trabajadoras sexuales. Victor Everhardt, el vicealcalde de asuntos económicos de la ciudad, dijo que es “irrespetuoso tratar a las trabajadoras sexuales como una atracción turística”.
