Es bien sabido que los cigarrillos de tabaco pueden llevar a los adolescentes a probar la marihuana, consumirla con mayor regularidad y posiblemente a desarrollar alguna dependencia. Ahora, con la llegada de los cigarrillos electrónicos el panorama cambia.
La revista médica Pediatrics ha publicado un nuevo estudio sobre el consumo de tabaco en adolescentes, su posterior consumo y la posible nueva “epidemia de vaping”. Según sus datos, más del 11% de los alumnos de secundaria actualmente son usuarios de los E-cigs.
Para estudiar cómo esta nueva generación de tabaco afecta el consumo adolescente de cannabis, los investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad del Sur de California realizaron una encuesta, donde 2.668 estudiantes en 10 escuelas públicas de Los Ángeles realizaron la encuesta inicial a fines de 2013. Todos los participantes tenían 14 años y estaban en noveno grado.
La encuesta inicial preguntó a los participantes sobre su consumo de tabaco y si alguna vez habían consumido cannabis de cualquier tipo. Dos años más tarde, cuando los estudiantes cumplieron 16 años y estaban en el onceavo grado, una encuesta de seguimiento formuló preguntas más detalladas sobre la marihuana. ¿Los estudiantes habían usado marihuana combustible, vaporizada o comestible? ¿Y qué tan recientemente?
Después de analizar los datos de la encuesta, los investigadores concluyeron que los estudios previos los habían llevado a formular la hipótesis de que los estudiantes que usaron cigarrillos electrónicos desde el primer año tenían tres veces más posibilidades de consumir cannabis en el último mes que los estudiantes que no fumaron.
Los estudiantes que probaron o usaron cigarrillos electrónicos como estudiantes de primer año tenían tres veces más probabilidades de probar marihuana y consumir cannabis en el último mes, a comparación de los estudiantes que no fumaron tabaco o hookah.
En resumen, los adolescentes que toman vapores son tres veces más propensos a consumir cannabis, que los adolescentes que no toman vapores en lo absoluto.
Por ejemplo, la profesora de ciencias de la salud ambiental de la Universidad de Columbia, Dra. Ana Navas-Acien, dice que incluso si los adolescentes que emitieron vapores son más propensos a consumir cannabis, la relación podría no ser de causa y efecto directo. El investigador adolescente del uso de drogas y profesor de la Universidad de Michigan, Richard Miech, está de acuerdo en que hay factores sociales complejos en juego.
Sin embargo, el consenso es que existe algún tipo de relación entre el vaping adolescente y el posterior consumo de cannabis. Y resolverlo podría ayudar a los expertos en salud pública a elaborar políticas para proteger mejor a los menores de los riesgos del consumo de tabaco y cannabis.
https://hightimes.com/news/study-finds-teens-who-vape-more-likely-consume-cannabis-later/
